Uno de los electrodomésticos más queridos en casa son los refrigeradores, tienen mucha importancia para conservar alimentos, además de mantener frías las bebidas.
En este aparato almacenamos variedad de productos como verduras, frutas, lácteos, carnes y otros guisos que queremos comer otro día.
Por la acumulación y la descomposición natural, estas preparaciones y productos emanan aromas que por más medidas de higiene que tomemos, tarde o temprano harán que el refrigerador huela mal.
Hay personas que cotidianamente limpian su refrigerador y aun así no pueden evitar que huela mal: basta el derrame de algún líquido, alimentos mal tapados, frutas o verduras olvidadas en el cajón o productos como el pescado que con poquito, ya huelen mal.
¿Cómo le quito el mal olor al refrigerador?
Lo usual para limpiar un refrigerador es hacerlo con un poco de jabón en la zona donde hubo un derrame o producto que se dañó, incluso hay quienes después del jabón pasan un paño con agua y cloro. Funciona, pero, pese a ello, los demás alimentos suelen ir liberando poco a poco esos desagradables olores; como si al electrodoméstico le faltara un desodorante.
Evidentemente para solucionar de todo el problema del mal olor en un refrigerador, la medida adecuada en hacer una LIMPIEZA PROFUNDA para retirar cualquier residuo que cause la pestilencia.
También posterior a la limpieza profunda, es necesario ponerlo a airear, aquí lo recomendable es dejarlo apagado y con las puertas abiertas para que se complete el ciclo de limpieza.
¿Qué hago para neutralizar olores si no tengo tiempo para limpiar mi refrigerador?
Esa es la clave: NEUTRALIZAR OLORES. Si después de hacer una limpieza a fondo, los malos olores vuelven pronto, hay un ingrediente natural que puedes utilizar para ponerlo como “desodorante” en el interior de tu refrigerador.
Nos referimos al BICARBONATO DE SODIO. Resulta que esta sustancia es un gran aliado en cuanto se trata de limpieza, el famoso polvo blanco puesto en interior del refrigerador absorberá y neutralizará todos los olores fuertes y desagradables que invaden tu querido electrodoméstico.
Colocarlo es muy sencillo: basta con poner un pequeño recipiente con suficiente bicarbonato de sodio para que haga la labor de desodorizar el “refri”. Lo que sí debemos tener en cuenta es que debemos reemplazar el polvo cada tres meses.
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