Durante las vacaciones de invierno 2024 en Guerrero, las infecciones respiratorias fueron los casos médicos más frecuentes atendidos a lo largo del estado. Un total de 370 atenciones fueron proporcionadas a turistas y residentes locales, quienes acudieron en busca de atención médica por estos problemas, según informaron las autoridades.
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¿Cuáles son las enfermedades más comunes en temporada de invierno en Guerrero?
Además de las infecciones respiratorias, se registraron un alto número de consultas por toma de signos vitales, con 542 atenciones, y por deshidratación e insolación, con 133 consultas. También se atendieron otros problemas de salud como hipertensión arterial, complicaciones por diabetes, cefalea tensional, infecciones gastrointestinales y dermatitis, entre otros.
La atención médica en Guerrero también incluyó casos de amibiasis, infecciones urinarias, curación de heridas, atención a embarazadas, conjuntivitis y picaduras de alacrán, lo que refleja la diversidad de problemas de salud comunes durante esta temporada.
¿Por qué nos enfermamos más en invierno?
Nos enfermamos más en invierno por varias razones relacionadas con los cambios en el clima y el comportamiento del organismo humano ante las bajas temperaturas. Algunas de las principales razones son:
Bajas temperaturas: El frío puede debilitar el sistema inmunológico, lo que hace que el cuerpo sea más vulnerable a infecciones. Las personas tienden a estar más tiempo en espacios cerrados y menos ventilados, lo que facilita la propagación de virus y bacterias.
Mayor concentración de virus: Durante el invierno, los virus como el de la gripe y los resfriados tienden a sobrevivir por más tiempo en el aire frío y seco. Esto aumenta la probabilidad de que las personas entren en contacto con ellos, ya que muchas veces se comparten espacios cerrados, como oficinas, transporte público o escuelas.
Resequedad del aire: El aire frío suele ser más seco, lo que puede resecar las membranas nasales y respiratorias, reduciendo la capacidad del cuerpo para defenderse contra patógenos. Además, el uso de calefacción también puede deshidratar el aire en interiores, lo que agrava este problema.
Cambios en el comportamiento: Durante el invierno, las personas tienden a estar menos activas físicamente y a consumir alimentos menos frescos y saludables. La falta de actividad física puede debilitar el sistema inmunológico, y una dieta pobre en nutrientes esenciales puede hacer que el cuerpo sea menos eficiente en la lucha contra enfermedades.
Estrés y agotamiento: Las festividades, el estrés asociado con el fin de año, la falta de luz solar (lo que afecta los niveles de vitamina D) y los cambios en los horarios de sueño también pueden debilitar el sistema inmunológico, lo que facilita la aparición de enfermedades.
Mayor exposición a enfermedades respiratorias: El invierno incrementa la circulación de enfermedades respiratorias como resfriados, gripes, neumonía y bronquitis, debido a que las personas se agrupan en espacios cerrados, lo que facilita el contagio de virus y bacterias.
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