En las casas de GUERRERO hay una inquilina muy conocida, que hace un sonido característico, al que muchos se refieren que anda de “enamorada”, estamos hablando de la cuija o cuija besucona como la conocen en otros lugares.
La cuija, conocida también como “salamandra besucona” es una pequeña lagartija albina que pertenece al grupo de los geckos de la familia Phyllodactylus sp.
México es uno de los países donde más abundan los geckos, muchos son endémicos, es decir, no se encuentran en ningún otro lugar.
¿De dónde vienen las cuijas?
Sobre su procedencia, hay por lo menos dos historias: una que fueron importadas de África y Oceanía, la cual tendría sentido ya que Australia, parte del último continente citado, tiene la mayor cantidad de geckos en el mundo.
Por otra parte, algunos pobladores dicen que las cuijas están aquí desde hace años, y que por lo tanto, son mexicanas.
En un medio local de Colima, hay reportes de que la cuija llegó en buques procedentes de Japón al puerto de Manzanillo.
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¿Son peligrosas y venenosas las cuijas?
NO. Las cuijas o cuijas besuconas no son peligrosas ni venenosas. Todo lo contrario, son inofensivas y de paso son aliadas de los humanos indirectamente en el combate de otros insectos que sí son nocivos para nosotros.
La cuija tiene una habilidad espectacular para escalar por paredes y entrar en pequeños rincones entre los muros, logrando establecer un hábitat entre nosotros, de ahí que hasta sean parte del hogar.
¿Qué comen las cuijas?
Esta es la mejor parte de todas. Las cuijas tienen una alimentación que cumple con una función ecológica para controlar algunas plagas, como son los infelices mosquitos. También se comen a las desgraciadas cucarachas, esas rastreras que nos hacen gastar en insecticidas que luego resultan tóxicos para otras mascotas.
Asimismo, las cuijas comen algunos arácnidos, pero, la mayor protección hacia nosotros llega cuando se come alacranes de tamaño mediano, sí, los ponzoñosos tienen una enemiga natural en la cuija.
¿Qué sonido hacen las cuijas?
Mencionamos que también las llaman besuconas, bueno, debemos contarte que el sonido tan peculiar que hacen las cuijas les dio ese otro nombre de besadora, ya que este, de acuerdo a biólogos, es similar al chasquido del beso humano. Hay quienes, para identificarlo, usan una onomatopeya que dice “cui cui”.
Así que ya lo sabes, las cuijas son inquilinas bienvenidas en nuestras casas porque además de inofensivas, nos ayudan a eliminar algún rastrero venenoso que se oculte en puntos donde no nos asomamos frecuentemente.
Para finalizar, debemos contarte que las cuijas, a diferencia de otros geckos, cierra los ojos al morir.
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