Después de comer, muchas personas manifiestan tener una sensación de pesadez, cansancio, una gran necesidad de dormir y dificultad para realizar algunas tareas asociadas a los procesos cognitivos, en Guerrero la llamamos el “mal del cuche”.
Se sabe que el consumo de la carne de puerco debe ser moderado, e incluso si se puede evitar los médicos señalan que es recomendable. Pero bueno, eso es imposible con los tacos al pastor a la vista y que decir del relleno de puerco en Guerrero.
¿Por qué le dicen “mal del cuche” en Guerrero?
En México el mal del puerco es una enfermedad que se presenta cuando se ingiere carne de cerdo que no fue bien cocida.
Es una intoxicación alimentaria que puede presentar síntomas como náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea y fiebre.
Pero, también los mexicanos usamos la frase para evitar hacer labores porque estamos “cansados”.
En Guerrero hicimos una modificación porque al cerdo le llamamos “cuche”, y bueno, por acá no sólo la carne de puerco cae pesada, también el mole rojo, el huevo guisado con chile rojo o verde, los tamales y otras exquisiteces.
¿Cómo evitar el “mal del cuche”?
Al comer, la glucosa se va hacia el sistema nervioso e inhibe la actividad de células que tenemos en una estructura muy en particular en el cerebro llamado hipotálamo lateral, informó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para evitar esta situación la solución más sencilla es evitar una comida copiosa, dirían en la costa: “Deja de tragar tanto”.
Consumir algo ligero evitará que la glucosa incremente y se dé el “mal del cuche”; tampoco podemos ser embusteros, ya que para lograr el estado óptimo en nuestro organismo, tendríamos que comer sólo lo que no nos gusta, caso común son las ensaladas o pescado asado.
¿Hay algo que cure el “mal del cuche”?
Una cura como tal no la hay. El “mal del cuche” llega y toda su pesadez caerá sobre nosotros. Punto. Pero la UNAM apunta que para mantenernos activos y despertar nuestro sistema de alerta, podemos tomar un café o hacer una caminata.
.Otra verdad es que no siempre podemos aplicar estas medidas, por lo tanto, si tienes oportunidad, puedes dormir alrededor de 15 a 30 minutos máximo, especialmente si requieres ejecutar una labor que demande usar nuestro proceso cognitivo.
Después de la siesta probablemente sintamos mejoría, con mayor energía. Esa es la única manera de combatir el “mal del cuche”.
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