Es un hecho comprobado por especialistas de que el estrés puede contribuir a la caída del cabello. Tener altos niveles de estrés puede desencadenar un proceso llamado efluvio telógeno, que es lo que provoca la pérdida temporal del cabello.
Además, el estrés crónico puede afectar el equilibrio hormonal y el funcionamiento del cuero cabelludo, lo que también puede influir en la caída del cabello.
El efluvio telógeno generalmente ocurre unas semanas o meses después de un evento estresante, como la pérdida de un ser querido, una cirugía, un trauma físico o un cambio importante en la vida. Es importante destacar que este tipo de caída de cabello suele ser temporal y el cabello suele volver a crecer una vez que el factor estresante disminuye o se maneja adecuadamente.
TE PUEDE INTERESAR: ¿Tienes colitis? Estas plantas recomienda la UNAM para tratarla
Para muchas personas, el cabello eventualmente se recupera por sí solo en unos pocos meses. Sin embargo, si la caída del cabello es severa o persistente, es recomendable buscar el consejo de un dermatólogo u otro profesional de la salud para un diagnóstico preciso y posibles recomendaciones de tratamiento.
En resumen, la caída de cabello por estrés es una respuesta natural del cuerpo a situaciones estresantes, pero en la mayoría de los casos, el cabello se recupera con el tiempo.
NOTA RELACIONADA: ¿Duermes pero sientes que no descansas? Este órgano puede estar estresado
¿Qué otros padecimientos puedo tener por el estrés?
El estrés puede tener una amplia gama de afectaciones en el cuerpo, incluyendo:
1. Problemas de salud mental: El estrés crónico puede contribuir a la ansiedad, la depresión y otros trastornos psicológicos.
2. Enfermedades cardiovasculares: El estrés prolongado puede aumentar la presión arterial, aumentar el riesgo de enfermedades del corazón y aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares.
3. Sistema inmunológico debilitado: El estrés crónico puede disminuir la eficacia del sistema inmunológico, lo que aumenta la susceptibilidad a enfermedades e infecciones.
4. Problemas gastrointestinales: El estrés puede contribuir a trastornos gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal.
5. Problemas de sueño: El estrés puede dificultar conciliar el sueño y mantener un patrón de sueño saludable.
6. Dolor crónico: El estrés puede exacerbar el dolor en personas con condiciones como la fibromialgia o el dolor de espalda crónico.
TE PUEDE INTERESAR: ¿Cómo bajar de peso de manera saludable? Sigue estos consejos
7. Cambios en el peso: El estrés puede influir en los hábitos alimenticios y la ganancia o pérdida de peso.
8. Problemas de piel: El estrés puede agravar afecciones cutáneas como el acné, la psoriasis y el eczema.
9. Alteraciones hormonales: El estrés puede afectar los niveles hormonales y contribuir a desequilibrios hormonales.
10. Cambios en el comportamiento: El estrés puede llevar a hábitos poco saludables, como el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo y la falta de ejercicio.
¿Qué debo hacer para controlar el estrés?
Te mostramos algunos tips para controlar y aliviar los niveles de estrés:
1. Practica la respiración profunda y la meditación.
2. Realiza actividad física regularmente.
3. Establece límites y prioriza tus tareas.
4. Dedica tiempo para relajarte y hacer actividades que disfrutes.
5. Habla con amigos o familiares sobre cómo te sientes.
6. Evita la cafeína y el azúcar en exceso.
7. Organiza tu entorno para reducir el desorden.
8. Establece metas realistas y celebra tus logros.
9. Considera técnicas de relajación como el yoga o el tai chi.
10. Busca ayuda profesional si sientes que el estrés es abrumador.
TE PUEDE INTERESAR: Terapia experimental logra atacar diferentes tipos de cáncer
Recuerda que cada persona es diferente, así que encuentra las estrategias que funcionen mejor para ti.
Para esta y más información, síguenos en nuestras redes sociales como en Facebook: Azteca Guerrero , vía Twitter: @Azteca_Gro e Instagram: @tvaztecaguerrero.
