Enclavado en una parte privilegiada del Pacífico mexicano y envuelto de montañas, el puerto de Acapulco se ha caracterizado por ser uno de los destinos más hermosos del mundo, tanto así que en él se han asentado por cortas o largas temporadas diversas personalidades de talla nacional e internacional.
El puerto cuenta con una franja turística de más de 20 kilómetros, comprendiendo sus tres zonas popular y oficialmente conocidas como: Diamante, Dorada y Tradicional.
De las zonas anteriormente mencionadas la Diamante es la parte más nueva y con mayor desarrollo e inversión del puerto, teniendo como un enlace con la Dorada la avenida Escénica, que además conecta con la principal vía, la Costera Miguel Alemán.
Las principales playas de esta zona son: Majahua, Puerto Marqués, Pichilingue y Revolcadero; también cuenta con cientos de establecimientos comerciales y centros de entretenimiento de primer mundo.
El Acapulco Dorado
De la zona Dorada destaca la gran cantidad de hoteles a lo largo de la bahía de Santa Lucía, esta parte de Acapulco es uno de los lugares más frecuentados por los turistas, aquí también se encuentra una diversidad de discotecas y bares para tener gratos momentos de diversión.
El Acapulco Dorado además es conocido por sus playas: Icacos, Condesa, Del Morro, Papagayo y Tamarindos.
Mientras tanto, la zona Tradicional o Náutica -aunque en los últimos años ha presentado un declive turístico-, cuenta con las playas más concurridas de todos los tiempos: Caleta y Caletilla. Tales playas se han convertido en un emblema para este destino, esto debido a que, aseguran, Acapulco se formó como destino de excelencia gracias a este binomio de playa.
Recuerdos: El Acapulco sesentero
Esta década fue primordial para Acapulco, debido a que revolucionó junto a los grandes cambios que ocurrieron en otras urbes. El puerto en ese momento se convirtió en la meca del baile al estilo de “Fiebre de sábado por la noche”; etapa en que las discos porteñas contagiaban de esa nueva “onda” hasta a todos los que la visitaban.
“Acapulco pasó de los bikinis de lunares, los daiquiris y los Thunderbirds a la diversión estrambótica ilícita bajo el sol”, así lo destaca la “revista travesías” al recordar los momentos dorados que ha vivido este destino.
