Entre que se nubla y a veces llueve , en Guerrero nomás queremos tantito para cocinar algo picante, con el toque que sólo en nuestros pueblos pueden darle a los guisos: toca hablar de los chilaquiles estilo Guerrero.
Los chilaquiles rojos que se preparan por estas tierras cálidas merecen atención especial, seguro te devoras más de un plato.
¿Cómo se preparan los chilaquiles estilo Guerrero?
La tortilla en Guerrero se hace con maíz del bueno, a la hora de la comida en todo el estado los habitantes acuden a las tortillerías para comprar su kilo de tortillas; aunque no sea tan barato.
Como sea, entre las 2 y 4 de la tarde es común ver al chamaco que sale corriendo de su casa para ir a formarse a la fila, porque como decimos por acá: “Hay mucha cola”.
Volviendo al producto hecho con maíz, es el ingrediente clave los chilaquiles, por estos rumbos se hace con tortilla auténtica o no funciona.
El ritual para cocinar los chilaquiles comienza partiendo las tortillas en trozos triangulares y poniéndolas a freír en aceite. No deben quedar muy dorados, por eso las doñitas guerrerenses son bien precisas a la hora de cocinar este platillo, pese a que parezca “sencillo”.
Ajo, guajillo, jitomate, cebolla y epazote: los chilaquiles estilo Guerrero
A la par de cocinar tus totopos caseros, debes preparar el caldo con chile guajillo y jitomate, que es la esencia de los chilaquiles estilo Guerrero.
Entonces los ingredientes base son: Ajo, chile guajillo, jitomate, una pizca de sal y epazote. Algunos de manera personal agregan un poco de orégano, pero eso como el voto, es opcional.
El guajillo y el jitomate se muelen en licuadora con consomé de pollo, porque el caldo de gallina es otro ingrediente esencial en las cocinas de todos los municipios de Guerrero.
Ya que lo tienes, va a la cazuela u olla baja, ahí se pondrá a hervir con el ajo y el epazote, y su respectiva porción de sal, que puede llegar a ser todo un reto agregarla. Si te pasas, ya valió.
Ya que hirvió el caldo con chile, le echas tus totopos de tortilla auténtica, entonces comienza la mezcla que nada le pide a los platillos de chefs profesionales.
En este punto, va a suceder lo más especial: tras hervir los totopos y el caldo, el consomé se va a consumir y tus tortillas van a tomar una consistencia blanda, algo cercano a una papilla, pero que no lo es.
¿Cómo se sirven los chilaquiles estilo Guerrero?
Ay Dios, viene lo bueno, cuando tus chilaquiles guerrerenses están listos, los sirves en plato común; hay quienes los sirven en plato plano de barro, para darle esa estética artesanal pero que en las casas de Guerrero es cotidiana.
Se acompañan con crema y queso, todo fresco y comprado en los mercados municipales. Cuando se prepara el caldo para los chilaquiles hay quienes les agregan un poco de picante extra, pero si no lo haces, te armas una salsa de molcajete, verde o roja, las dos le van de maravilla.
Otros ingredientes extras que son opcionales, son los frijoles y el pollo desmenuzado; los frijoles van en bola o guisados, se echan a un ladito del plato, para que de a poco los vayas comiendo y aumentes el placer de comer los chilaquiles estilo Guerrero.
La receta puede variar en las regiones del estado, también por gusto personal. En Acapulco y otros municipios se acostumbra respetar las formas en que nuestras familias a lo largo del tiempo han preparado los guisos.
Sea como sea, los chilaquiles estilo Guerrero son los meros efectivos, no como los que comes en esos restaurantes para gente pípiris, o al menos eso creen.
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