Este miércoles 16 de octubre de 2024, se suscitó un terremoto de magnitud 6 que sacudió Turquía, específicamente a la provincia de Malatya, según informó el Centro Sismológico Europeo del Mediterráneo. El epicentro se localizó en el distrito de Kale, a una profundidad de nueve kilómetros.
Ante esto, es importante saber que Turquía se encuentra en una región geológicamente activa, en la intersección de varias placas tectónicas, incluyendo la euroasiática, arábiga y africana. Los terremotos ocurrieron a lo largo de la Falla del Este de Anatolia, donde la presión acumulada por más de un siglo sin grandes movimientos significativos finalmente se liberó de manera catastrófica.
Terremotos de Turquía han movido la corteza terrestre
Anteriormente, los devastadores terremotos que sacudieron el sureste de Turquía el 6 de octubre de 2023 han generado nuevas inquietudes en el ámbito de la sismología. Estos sismos, el primero de magnitud 7.8 y el segundo de 7.5, provocaron no solo daños devastadores, con miles de víctimas y edificaciones destruidas, sino también un notable desplazamiento de la corteza terrestre, según un reciente estudio publicado en *Science*.
Los investigadores han determinado que los temblores no solo afectaron la zona inmediata de los epicentros, sino que provocaron un movimiento de la placa de Anatolia hacia el oeste, desplazándose aproximadamente un centímetro. Aunque esto puede parecer poco, representa casi la mitad del movimiento que se espera en un año completo. Este fenómeno ha llevado a los científicos a replantear los modelos tradicionales de sismicidad, que no anticipaban tales desplazamientos lejanos.
🇹🇷 | O momento do forte terremoto de magnitude 6,0 atinge Elazığ, Turquia (16.10.2024) pic.twitter.com/Woks72tkmK
— World Events 🌎 (@Eventmund) October 16, 2024
El estudio se basa en datos de una red de sensores GNSS, que permiten observar cambios en la elevación y posición del terreno. Los hallazgos sugieren que el impacto de estos sismos se extendió hasta 700 kilómetros de los epicentros, lo que desafía las expectativas sobre cómo se propagan las ondas sísmicas y cómo se distribuyen los desplazamientos a lo largo de las placas.
Este avance en la investigación sismológica resalta la complejidad de las interacciones tectónicas y la necesidad de actualizar los modelos para prever futuros eventos sísmicos en la región. Además, plantea la cuestión de cómo estos terremotos históricos pueden influir en la sismicidad futura, sugiriendo una conexión entre eventos pasados y el riesgo de temblores futuros.
Así ha sido el brutal desplazamiento entre placas de Turquía, entre 3 y 4 metros. pic.twitter.com/TSmEi3dwxF
— Javima (@JavimaMaldonat) February 10, 2023
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