La Catrina es un ícono de la cultura mexicana y un elemento clave del Día de Muertos, una de las tradiciones más significativas del país. Sin embargo, su significado original no estaba necesariamente relacionado con esta festividad. Se cree que su origen se remonta incluso a la diosa azteca de la muerte, Mictecacihuatl, lo que le añade una rica historia más allá de su asociación con el Día de Muertos.
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¿Qué es la Catrina y cuál es su origen?
Para entender el origen de La Catrina, es importante revisar un antecedente, según el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), durante las administraciones de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz, se utilizaba un recurso satírico que incluía dibujos de cráneos y esqueletos, acompañados de textos que ridiculizaban a las clases privilegiadas y la situación del país.
Estas publicaciones se dirigían principalmente a periódicos conocidos como de “combate”. Entre los destacados grabadores e ilustradores de la época se encuentran Santiago Hernández, Constantino Escalante, Manuel Manilla y, por supuesto, José Guadalupe Posada. Fue este último quien creó a “La calavera garbancera”, que hoy conocemos como La Catrina.
La catrina: símbolo de muerte y sátira social
José Guadalupe Posada fue un destacado ilustrador, grabador y caricaturista de Aguascalientes, México. Su trabajo se caracterizó por resaltar el espíritu festivo de los mexicanos y por criticar las condiciones del país. Posada utilizó su arte para dar voz a las injusticias y, a través de la figura de La Catrina, logró plasmar una crítica mordaz a las élites, convirtiéndola en un ícono de la cultura mexicana que trasciende el tiempo.
A lo largo de su prolífica carrera, José Guadalupe Posada dio vida a “La calavera garbancera” en 1912. Esta primera representación del personaje apareció en un grabado en metal y, curiosamente, solo llevaba un sombrero. Con el tiempo, otros elementos de su icónico atuendo se añadieron, transformando a La Catrina en el símbolo multifacético que conocemos hoy, reflejando tanto la riqueza de la cultura mexicana como una crítica social incisiva.
Posada nombró a su obra “La calavera garbancera” como una burla hacia quienes vendían garbanzos en México. A pesar de su herencia indígena, estas personas intentaban ocultar sus raíces para ser vistas como europeas, lo que reflejaba un deseo de ascender socialmente.
Así, La catrina se convirtió en una sátira de aquellas mujeres que, al alcanzar un estatus socioeconómico más alto, renegaban de su identidad y adoptaban modas europeas. El sombrero exagerado y lujoso simboliza su aspiración a una vida diferente, mientras que los moños que adornan su calavera evocan a las empleadas domésticas, representando las complejidades de la clase social y la identidad en la sociedad mexicana.
¿Cómo surge el nombre La catrina y su actual apariencia?
La historia de La Catrina no estaría completa sin la influencia de Diego Rivera. El destacado pintor y muralista mexicano creó una de sus obras más emblemáticas, “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, que se exhibe en el Museo Mural Diego Rivera. En este mural de 1947, Rivera se autorretrata rodeado de personajes icónicos de la historia de México.
En la primera línea de la obra, aparece “La calavera garbancera”, a la que Rivera bautizó como La Catrina. Su contribución al personaje incluyó no solo la representación de cuerpo completo, sino también el vestuario que lo definiría como un ícono cultural.
Según CONACULTA, el nombre “catrina” proviene de “catrín”, un término que hacía referencia a un hombre elegante y bien vestido, a menudo acompañado por una mujer de igual distinción. Esta imagen era representativa de la aristocracia de finales del siglo XIX y principios del XX, destacando la conexión de La Catrina con la identidad y la clase social en México.
La catrina: de la sátira social a ícono del Día de Muertos en México
Hoy en día, La Catrina se ha convertido en un ícono del Día de Muertos, apareciendo en papel picado, disfraces y altares. La mayoría la asocia con estas celebraciones tan significativas para la cultura mexicana.
Sin embargo, es importante recordar su origen y el trasfondo de su historia. Desde su creación como “La calavera garbancera”, esta figura ha sido un recurso de protesta, reflejando la crítica social y cultural que aún resuena en el contexto actual.
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