El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha que busca concienciar sobre la importancia del bienestar mental en nuestras vidas. La salud mental se define como un estado de bienestar que permite a las personas manejar el estrés, desarrollar habilidades, aprender, trabajar de manera efectiva y contribuir a sus comunidades. Es un derecho humano fundamental y esencial para el desarrollo personal y social.
Según datos durante los últimos años, casi mil millones de personas en el mundo, incluidos el 14% de los adolescentes, padecían algún trastorno mental. El suicidio fue responsable de más de una de cada 100 muertes, afectando en gran medida a personas menores de 50 años. Además, los trastornos mentales son la principal causa de discapacidad, con un impacto significativo en la calidad de vida de quienes los padecen.
Cifras en México respecto a Salud Mental
En México, se estima que el 7.6% de los adolescentes y el 7.7% de los adultos han considerado el suicidio. La prevalencia es mayor entre las mujeres, con tasas del 10.2% en adolescentes y 9.1% en adultos. Entre los adultos, el 16.7% presenta síntomas de depresión, siendo más pronunciados en personas mayores (38.3%) y en mujeres.
Los hallazgos recientes indican un aumento alarmante en los intentos de suicidio, especialmente en jóvenes, con un incremento del 600% en adolescentes desde 2006. Este aumento resalta la urgencia de implementar intervenciones efectivas.
Las estrategias de promoción y prevención de la salud mental deben abordar los determinantes individuales y sociales que influyen en ella. Es crucial integrar esfuerzos en sectores como la educación, el trabajo y la vivienda para crear entornos que favorezcan el bienestar mental. La colaboración multisectorial es esencial para mejorar la salud mental en la población y reducir los riesgos asociados.
Consejos para gestionar tu carga laboral de forma equilibrada para tu salud mental
En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, aquí te compartimos algunas estrategias para manejar tu carga de trabajo, promoviendo un balance saludable entre tu vida profesional y personal.
- Definir límites claros: Establecer horarios específicos para el trabajo y para el tiempo personal es crucial. Designa un espacio particular para tus labores y otro para el ocio, de modo que tu mente asocie cada área con la actividad correspondiente.
- Priorizar tareas: Organizar tus actividades diarias mediante la priorización es fundamental para optimizar el tiempo y minimizar el estrés. Puedes utilizar listas de tareas o aplicaciones de gestión para mantenerte enfocado y asegurarte de que lo más importante se realice primero.
- Hacer pausas frecuentes: Dedicar unos minutos a descansar durante tu jornada laboral es vital para tu salud mental. Levántate, estírate o simplemente desconéctate brevemente cada hora para recargar energías.
- Crear un ambiente positivo: Fomentar relaciones saludables en el trabajo es clave. Mantén una comunicación abierta y asertiva con tus colegas y superiores, apoyándose mutuamente para crear un entorno colaborativo y motivador.
- Incorporar técnicas de relajación: Considera la posibilidad de practicar ejercicios de respiración, meditación o yoga. Estas técnicas pueden ser efectivas para reducir el estrés y mejorar tu bienestar general.
Recuerda que cuidar de tu salud emocional es tan importante como cumplir con tus responsabilidades laborales. Prioriza tu bienestar y busca el equilibrio en tu vida diaria.
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